Había una vez, una chica que solo podía vivir en limonada.
O sus padres eran tan malvados que no le daban otra cosa, y al final no podia beber nada más.
O eran tan buenos que se la daban porque la querían mucho.
Esa parte aun no la he decidido pero.... Solo podia vivir en limonada.

Si no se sumergía en limonada, se moria y sus padres moririan pronto también, les pasaba algo, Tenian la sangre azul o algo asi.
Ella tenia un hermano, pero era un estupido, tanto que no se preocupaban por él. Solo se preocupaban porque su hijita viviese.
El único problema era que nadie pensaba en su hermano.
Ella vivia en una botella, asi que él estaba solo.
Nadie pensaba en él.
Le abandonaron...
Asi que se sentó a su lado, su hermano se sentó al lado de la botella y como la limonada le hacía ver mejor, podía verle claramente a través de la botella, a pesar de que el vidrio era grueso.
Como vivian en el campo, él no tenia nada que comer y no podia ir a comprar, se estaba muriendo de hambre, ella lo sabia.

Nadie cuidaba de él, y como era un poco estupido, no podia cuidarse él solo... No paraba de llover y empezó a oxidarse, ella lo pasaba genial en la limonada, pero sabia que tenia que ayudarle, asi que nadó hasta la superficie, pero no podia salir, estaba demasiado lejos.
La botella era demasiado grande.

Ella sabia que tenia que hacer algo, cada vez estaba peor.

Tenia mucha hambre y mucha sed.
Empezó a comer hierba y no paraba de vomitar.
Asi que ella, intentó pensar en algún plan, pero no se le ocurría nada.
Lo unico que sabia es que el la necesitaba.

Ella no paraba de verle vomitar al otro lado del cristal. Pero se le ocurrió una idea, empezó a beber, bebió, bebió y bebió. Bebió muchisima limonada lo suficiente como para tener bastante hasta que muriese, porque sus padres querían que viviese muchos años, pero se bebió hasta la ultima gota...
Hasta que se quedó en una botella vacía. Pero aun así no podía salir.

Pero no pasaba nada, esperó a que hiciera efecto toda la limonada que habia bebido.
Como había bebido tanta, empezo a tirarse pedos, al principio eran flojos, pero se convirtieron en pedos con más fuerza.
Asi salió de la botella, disparada por arriba, como un cohete y consiguió que su hermano dejara de comer hierba.
Fueron a buscar una casita donde vivirían juntos su hermano y ella.
Y resultó que al beberse toda la limonada se había curado, porque... Ya nunca quiso beber más.

El resto de su vida bebió naranjada.
Sabéis? Hay muchas cosas que me molestan como a todas las personas de este planeta.
Pero hay una que me molesta especialmente. No puedo con las personas que se meten con otras porque según ellos son diferentes a las demás.
Todos somos iguales, todos somos un saco de huesos con sentimientos. TODOS.
Y cuando hablo de ser diferente quiero decir desde lo físico a lo no tan físico.
No se, me parece muy triste que ciertas personas se dediquen a tratarlas diferente. Nadie es perfecto, ni siquiera los que se creen que lo son. Todos tenemos imperfecciones.
Nunca entenderé el comportamiento que tienen esas personas, usando desde insultos hasta cosas mas graves contra los supuestamente "diferentes". Por que se meten con ellos? Yo os lo diré. Porque envidian la valentía que tienen, la forma de afrontar las cosas y el gran corazón que ellos nunca podrán tener.
Sé por experiencia que, en la vida, solo en contadísimas ocasiones encontramos a alguien a quien podamos transmitir nuestro estado de ánimo con exactitud, alguien con quien podamos comunicarnos a la perfección.
Es casi un milagro, o una suerte inesperada, hallar a esa persona.
Seguro que muchos mueren sin haberla encontrado jamás.
¿No has pensado alguna vez que si cambiaras un mínimo detalle de lo que has hecho durante el día tu vida podría cambiar completamente?
A veces en la vida, las cosas cambian totalmente de un día a otro.
Así, de repente,como por arte de magia. Sin esperarlo.
Es curioso como una palabra o una frase puede cambiar absolutamente todo. Ya sea para bien o para mal.

La gente habla y habla. Casi siempre sin saber ni tener idea de lo que están hablando. A muchas personas esto les afecta y dejan de ser ellas mismas por miedo a lo que piensen los demás de ellas. Calculan al milímetro lo que tienen que hacer o dejar de hacer dejando a un lado su personalidad totalmente.
Nunca he sido ni seré de este tipo de personas. Si te apetece hacer algo,hazlo sin miedo a lo que los demás opinen de ti. Lo que no debes hacer es dejar de ser tu mismo por el que dirán. Haz lo que te de la gana en el lugar,el día que quieras y con quien quieras.
Todos somos superficiales, aunque digamos que no.
En vez de fijarnos en lo realmente importante, que es el interior de las personas, nos dejamos llevar por su exterior...y así nos va...
El exterior de una persona no dura eternamente, en cambio el interior, si.
Hay personas que son más o menos, superficiales. Las hay que sólo les importa el exterior y les da igual que su interior este totalmente hueco, sin nada que te pueda aportar. Hay otras, que se fijan más en el interior, eso si,como el exterior nos les guste a primera vista..Adiós.
Luego hay otras personas que al principio se fijan en lo exterior, pero si el interior de esa persona les gusta cada vez más..al final el exterior es lo de menos. 
Yo pertenezco a este último grupo.